LA FIGURA DEL ABOGADO DE FAMILIA EN EL DIVORCIO o SEPARACIÓN NOTARIAL

El divorcio notarial en España es una opción cada vez mas común para los matrimonios que desean disolver su matrimonio de manera rápida y eficiente, sin tener que recurrir a los tribunales.

 Sin embargo, a pesar de la aparente simplicidad de este proceso, la presencia y asesoramiento de un abogado sigue siendo fundamental para garantizar que los derechos de ambas partes estén protegidos y que se cumplan todas las formalidades legales requeridas. 

Son muchos los que piensan que el divorcio notarial es ir ante el notario y ya está. Pero, realmente, ¿Es así de fácil?  

Dejando a un lado los requisitos obligatorios para poder divorciarse o separarse ante notario (que hayan transcurrido al menos tres meses de la celebración del matrimonio, que sea de mutuo acuerdo y sin hijos menores de edad no emancipados o con capacidad judicialmente modificada que dependan de los progenitores), la figura del abogado de familia debe estar presente en todas y cada una de las decisiones que tomamos.  

Es importante reconocer que, si bien el divorcio notarial elimina la necesidad de litigar en los tribunales, existen en el mismo aspectos legales y financieros que deben ser considerados y que pueden tener implicaciones a largo plazo para los cónyuges y, en algunos casos, para sus hijos.

En este sentido, la figura del abogado adquiere una relevancia crucial por las siguientes razones: 

-Asesoramiento legal completo: Un abogado especializado en derecho de familia proporcionará un asesoramiento completo sobre los derechos y obligaciones de los cónyuges en materia de pensión alimenticia, uso del domicilio familiar,  custodia de los hijos, liquidación de bienes comunes, etc….. 

-Protección de derechos: La presencia de un abogado garantiza que los intereses y derechos de cada parte sean debidamente representados y protegidos durante el proceso de divorcio. Esto es especialmente importante en casos en los que existen discrepancias sobre cuestiones como la pensión alimenticia, la custodia de los hijos o la división de los bienes, donde la intervención de un abogado es crucial para alcanzar un acuerdo equitativo. 

-Redacción y revisión de documentos legales: El abogado de familia es necesario para redactar el convenio regulador de divorcio que suscribirán los cónyuges, siendo el garante de que dicho acuerdo cumpla con todos los requisitos legales y contenga cláusulas que protejan los derechos de ambas partes. El abogado también supervisará la minuta notarial de la escritura de divorcio y su posterior inscripción en el Registro Civil. 

En conclusión, si bien el divorcio notarial en España ofrece una alternativa rápida y eficiente para la disolución del matrimonio, la presencia de un abogado sigue siendo fundamental ya que proporciona seguridad y tranquilidad a los cónyuges durante un momento emocionalmente difícil, asegurando que el acuerdo alcanzado sea válido, legal y justo para ambas partes.

Por Clara Fores y Carmen Varela

Divorcio notarial. Ventajas e inconvenientes.

Desde el pasado 23 de julio,  un matrimonio sin hijos menores de edad puede elegir  divorciarse  acudiendo al Notario  o bien al Juzgado, si bien no será el Juez el encargado de su resolución sino el Secretario Judicial.  Pero ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes del mismo?

Como ventajas más importantes podríamos señalar las siguientes:

1.- Rápidez: Si han llegado a un acuerdo es posible que la escritura de divorcio se otorgue en una semana o incluso,  durante el mes de agosto, lo que resulta imposible en sede judicial.

2ª.-  Los cónyuges pueden incluir en el convenio regulador otras materias distintas a las que se contienen en el Art. 90 del Código Civil, e incluso pueden aprovechar la escritura pública para incluir otros negocios jurídicos entre los cónyuges, evitando así los problemas que se plantean en la inscripción de testimonios de sentencias que los aprueban. A modo de ejemplo podríamos establecer garantías reales o personales para el cumplimiento del convenio regulador, las cuales podrían incluirse en la misma escritura.

Entre los inconvenientes, me gustaría destacar dos:

1º.- El coste del divorcio notarial es mucho más elevado pues, además de abonar los honorarios de su abogado, deberán abonar también los del Notario (entre 500 y 600€).

 2º.- Además, como escritura pública (y mientras no  se establezca legalmente alguna exención) estará sujeta al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (1,2%), lo que es un elemento a valorar en aquellos convenios en los que se efectúen adjudicaciones entre cónyuges, liquidaciones de bienes gananciales o fijación de indemnización por razón del trabajo (compensación del Art. 232.5 del CCCat).

Por último,  es importante señalar, que la escritura deberá otorgarse ante un Notario del lugar del domicilio conyugal, que cada parte deberá estar asistido de Letrado y de que si existen hijos mayores de edad dependientes económicamente deberán comparecer ante el Notario para prestar su consentimiento en relación con la pensión alimenticia que se haya fijado a su favor, requisito que, sinceramente, no acabo de entender ni, mucho menos,  compartir pero que debe cumplirse por haberse establecido legalmente.